Este poema que ahora comparto y está dedicado a Suyapa, me lo envió la poeta y militante hondureña Jessica Isla, otra cumpa de Feministas en Resistecia, con quien realicé una charla telefónica el sábado en 'la rosa brindada', y quien me contaba que Suyapa Martínez es chiclera. Trabaja en el centro de Tegucigalpa y participa siempre de todas las marchas y manifestaciones que confluyen en la Plaza Central. Ella es poeta popular, y su voz, siempre se escucha en medio de la represión, o del canto.
Me decía que Suyapa, al igual que la 'abuela de la resistencia', -que por cierto cayó presa y aún no había sido liberada-, son símbolos ineludibles de esta Resistencia.
Presentación
Soy este cuerpo dibujado a golpes
Que camina día tras día bajo el sol,
bajo este cielo incierto de máquinas aladas,
en medio de ráfagas de humo y
el sonido de fusiles
Soy infinidad de rostros:
el de un chico asesinado,
el de la abuela que camina
el de la gente lenca armada de una paciencia infinita
El de la pintora de mantas,
El de la chica de las muletas
Que se enfrentan de a pedazos o en conjunto
A las murallas verde olivo y azules
cargadas de violencia
Puedo decir que de mi cuerpo salen muchos olores
El de la montuca fresca
El de la tortilla y los frijoles
El de manos sudadas y cuerpos cansados,
pero también
el olor de sangre derramada
el de gas y pólvora
el olor a muerte y a miedo.
Mi garganta
está poblada de voces:
Estoy en las discusiones acaloradas de las asambleas
en el grito de la maestra
En el relato de la joven violada,
En la protesta de los golpeados, de las torturadas
En la voz que canta en las calles
Soy miles de sombreros y
cientos de palabras,
soy abrazos, lágrimas,
ternura, carcajadas.
Estoy llena de
sonrisas que iluminan el día
colores que vienen de todas partes
tengo alegría, ganas de bailar,
tengo esperanza.
Porque sin mí las calles
Se quedarían solas,
Porque sin mí las paredes no dirían nada
Porque soy tus manos, tus pies cansados,
Tu voz.
Yo soy la resistencia
Jessica Isla
Presentación
Soy este cuerpo dibujado a golpes
Que camina día tras día bajo el sol,
bajo este cielo incierto de máquinas aladas,
en medio de ráfagas de humo y
el sonido de fusiles
Soy infinidad de rostros:
el de un chico asesinado,
el de la abuela que camina
el de la gente lenca armada de una paciencia infinita
El de la pintora de mantas,
El de la chica de las muletas
Que se enfrentan de a pedazos o en conjunto
A las murallas verde olivo y azules
cargadas de violencia
Puedo decir que de mi cuerpo salen muchos olores
El de la montuca fresca
El de la tortilla y los frijoles
El de manos sudadas y cuerpos cansados,
pero también
el olor de sangre derramada
el de gas y pólvora
el olor a muerte y a miedo.
Mi garganta
está poblada de voces:
Estoy en las discusiones acaloradas de las asambleas
en el grito de la maestra
En el relato de la joven violada,
En la protesta de los golpeados, de las torturadas
En la voz que canta en las calles
Soy miles de sombreros y
cientos de palabras,
soy abrazos, lágrimas,
ternura, carcajadas.
Estoy llena de
sonrisas que iluminan el día
colores que vienen de todas partes
tengo alegría, ganas de bailar,
tengo esperanza.
Porque sin mí las calles
Se quedarían solas,
Porque sin mí las paredes no dirían nada
Porque soy tus manos, tus pies cansados,
Tu voz.
Yo soy la resistencia
Jessica Isla
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