Como la frase de las abuelas, aun no han pasado a la historia, y aun prevalecen en pleno siglo XXI, cual sordas o mudas, debemos pasar por la vida; y por supuesto que para el hermano: Mejor porque no decimos lo que vimos, para el vecino: Magnífico, porque no denunciamos... para el marido: Formidable... porque el perfil de lo esperado se cumple...
Ver, oir y callar, es la mejor manera de vivir en una sociedad machista, vemos que otros pueden, que otros superan, que otros expresan, pero esos otros son hombres, y si nosotras hablamos somos censuradas, señaladas, invisibilizadas, pizoteadas, acosadas y al final debemos pagar por la incomodidad expresada...
Pero... ¿hasta cuando hemos de tolerar tanto irrespeto? ¿hasta cuando vamos a ser valoradas por la valaentía que muchas tenemos de hablar?
Desearía gritar-le al mundo y decirle que la cultura del silencio nos hace mucho daño, que nos volvemos déspostas por nuestras heridas, e insolidarias hasta con nuestro mismo género, al saber que brillamos, y tener conciencia de nuestras competencias.
es un reto para el género femenino: sabernos capaces, y al mismo tiempo, valorar las potencialidades de las demás; hacerle saber al género masculino que deseamos la equidad, y al mismo tiempo, cerrar fila a la cultura necrófila, para generar relaciones armónicas en la sociedad que deseamos.
Valquiria.
Ver, oir y callar, es la mejor manera de vivir en una sociedad machista, vemos que otros pueden, que otros superan, que otros expresan, pero esos otros son hombres, y si nosotras hablamos somos censuradas, señaladas, invisibilizadas, pizoteadas, acosadas y al final debemos pagar por la incomodidad expresada...
Pero... ¿hasta cuando hemos de tolerar tanto irrespeto? ¿hasta cuando vamos a ser valoradas por la valaentía que muchas tenemos de hablar?
Desearía gritar-le al mundo y decirle que la cultura del silencio nos hace mucho daño, que nos volvemos déspostas por nuestras heridas, e insolidarias hasta con nuestro mismo género, al saber que brillamos, y tener conciencia de nuestras competencias.
es un reto para el género femenino: sabernos capaces, y al mismo tiempo, valorar las potencialidades de las demás; hacerle saber al género masculino que deseamos la equidad, y al mismo tiempo, cerrar fila a la cultura necrófila, para generar relaciones armónicas en la sociedad que deseamos.
Valquiria.
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